En estos tiempos en que casi ningún técnico promete titulos, Arturo Reyes sí lo hizo después del primer partido de la final que Junior le ganó 3-2 al Medellín, en Barranquilla. “Vamos a ser campeones”, una frase que contrastaba con la desilusión de un sector de la afición que pensaba que la ventaja obtenida iba a ser insuficiente en el juego de vuelta.

Reyes siempre tuvo fe. Cuando casi nadie creía que Junior podía, ni siquiera, clasificar entre los ocho, menos que pasaría a la final y mucho menos que alcanzara el título.

Esa fe no la perdió ni cuando cayó el primer gol del Medellín, de Joaquín Varela, ni cuando recibió el segundo, de Edwuin Cetré. Ni en los minutos finales, cuando la hinchada del ‘Poderoso’ ya festejaba el título.

Hoy, que vive su momento más glorioso en el fútbol, Arturo Reyes no ha salido a cobrarles a quienes no creyeron en su trabajo, a quienes no querían que regresara al Junior, a quienes lo insultaban y rechiflaban cada vez que su equipo jugaba mal o perdía un partido.

Para el samario, todo el mérito es de los jugadores. Considera que él sólo es un conductor de un grupo muy talentoso, que se dio cuenta que podía lograr cosas grandes desde aquel partido que remontó ante el América (lo ganó 4-3 después de ir perdiendo 3-0), el segundo que dirigió desde que volvió para reemplazar a Hernán Darío Gómez.

“El click se dio en el segundo partido que jugamos en condición de local. Primero jugamos contra La Equidad y después con América. Ese día el grupo se dio cuenta de lo que era capaz de hacer si trabajaba, si tenía fe y tenía convicción. Si hay algo que tiene este equipo, aparte de la unión de grupo, es la fe y la convicción de poder lograr un objetivo como estos”, dijo Reyes en rueda de prensa horas después de conquistar la décima estrella.

El timonel rojiblanco restó importancia a lo que le gritaba la gente en el estadio, que todos los días pedía un nuevo técnico porque decía que él no servía. Afirmó que son situaciones propias de su profesión, con las cuales hay que convivir.

“La vida de nosotros los entrenadores es así, hay momentos buenos y felices como este que estamos viviendo y hay momentos no tan buenos como los que he vivido también como entrenador, pero siempre hemos creído que podemos hacerlo mejor, que estamos en esta vida para ayudar y siempre me he caracterizado por ser una persona que piensa en los demás, que piensa en equipo y ahí está la recompensa”.

Dijo que el gol de Vladimir Hernández, que forzó a ir a la tanda de penales, fue producto de la intención de su equipo de buscar siempre el arco contrario.

“Este equipo en los dos partidos contra el Medellín mostró que tiene un gran ataque.  Nosotros sabemos que tenemos mucha fortaleza ofensiva, que tenemos jugadores con desequilibrio, con jerarquía arriba, en la mitad, atrás y en el arco. Este es un equipo que, aparte de la fe, trabaja mucho ofensivamente y todos los entrenamientos tienen que ver con buscar el arco contrario y este es el premio”.

Aunque Fuad Char, antes del partido de vuelta, confirmó que seguirá como técnico para el año entrante, Reyes dijo que no ha hablado con nadie sobre este tema. Mientras tanto siguió ponderando el trabajo de sus jugadores.

“Estos jugadores se merecen todo los que les está pasando, primero por los buenos seres humanos que hay, y porque es un grupo de calidad, con condiciones, que cree en sus capacidades y sabe que en Junior es hasta lo último”.

Finalmente hizo un reconocimiento a la hinchada del Junior, la misma que varias veces lo insultó, pero que en los dos últimos partidos contra Tolima y Medellín colmó el estadio y alentó al equipo para alcanzar la victoria. 

“Vamos a celebrar con los hinchas, que también en los momentos difíciles nos apoyaron y estuvieron cerca de nosotros”.